lunes, 20 de abril de 2020

Masticación- Digestión


               Estas dos funciones que nuestro organismo cumple prácticamente a diario, debido a que por lo general nuestra vida en este plan depende también de los alimentos, como bien sabemos, se desarrollan en base a un principio voluntario que es la masticación, o sea dictado por nuestra acción-elección consciente de comer, y otro involuntario, la digestión, gestionado por la inteligencia de nuestro organismo. La digestión es una compleja, maravillosa función que nuestro organismo sabe realizar independiente de nuestra voluntad, cada vez que comemos algo. Pero depende de la primera… si no comemos (acción que implica masticar aquello que llevamos hasta nuestra boca) la digestión no puede activarse, claramente.

               Por lo tanto se puede observar como tras movilizar nuestra voluntad-necesidad, en este caso la acción de comer un alimento, tal cual como podría ser una naranja o algo más elaborado, como podría ser un cocido de alubias con cebolla y perejil, después de llevar un alimento hasta la boca, con la MASTICACIÓN activamos esta segunda función involuntaria que nos brinda disfrute, vida y salud: la DIGESTIÓN.

               En nuestra boca gustamos, saboreamos, nuestro organismo identifica, pre digiere cada bocado que comemos ensalivando lo, mientras lo vamos simplificando, reduciendo y desmenuzando a través de la masticación. A medida y dependiendo de como masticamos, depende este proceso vital involuntario llamado DIGESTIÓN, un sistema vital de nuestro organismo; nuestra salud depende casi totalmente de dicho proceso, que consiste en reducir, procesar, asimilar todo lo que ingiere, a partir de lo que recibe a través de la boca, y en expulsar lo que no necesita y que es indigerible. Tras digerir, nuestras células realizan el metabolismo de lo que hemos ingerido.

                En función de la consistencia de los alimentos que comemos, depende nuestra masticación. Todos sabemos que una buena masticación es básica para que nuestro organismo digiera y asimile nutrientes a partir de nuestra alimentación, de lo que comemos. Cada bocado tiene que ser masticado hasta que nuestros dientes lo hayan desintegrado completamente, hasta que esté completamente ensalivado, pues si nos tomamos este cuidado en cada comida nos aseguramos y adjudicamos muchas ventajas, entre ellas:

- Digestión del alimento más ligera, rápida y fácil.

- Asimilación completa de los nutrientes.

- Facilitamos el transito intestinal del bolo alimenticio que, a lo largo de su trayecto, va cediendo a la flora intestinal sus propiedades, gracias a tialina, jugos gástricos, jugos pancreáticos y biliares, con todas sus componentes.

- Favorecemos la eliminación de los restos del bolo alimenticio como fibras, celulosa y cenizas, que transitan de esta manera con más rapidez todo el trayecto intestinal, hasta su natural expulsión.

- Con una masticación consciente, prolongada durante el tiempo suficiente, hasta sentir en la boca que el bocado tiene una consistencia entre sólido y liquida homogénea, favorecemos la absorción de todos los nutrientes de los alimentos que comemos; incluso comeremos menos cantidades de alimentos, por extraer de ellos todos sus nutrientes, las sustancias que necesitamos y su metabolismo.

               Cuanto más consigamos triturar los alimentos con nuestra dentadura, más sencillo y fácil serán, para nuestra flora intestinal, las tareas de descomponer, reducir, asimilar, absorber, etc. todos los nutrientes de lo que comemos.

               Son especialmente las personas con digestiones lentas y pesadas aquellas que deberían prestar más atención en masticar muy bien. El fuego gástrico, nuestro procesador digestivo, muy a menudo ha perdido vigor debido a diferentes factores básicos que pueden resumirse en:

- Una alimentación inadecuada, es decir comer en exceso (puede ser también en defecto, aunque en nuestra época y en occidente eso es poco frecuente).

- Masticación insuficiente, con la consecuente ingesta de un bolo alimenticio poco ensalivado y no bien desintegrado, no suficientemente triturado por la dentadura.

- Combinar variedades de alimentos diferentes en una misma comida (es recomendable no mezclar más de dos platos en cada comida para tener buenas digestiones).

- Combinar categorías de alimentos incompatibles entre ellas en una misma comida.

- Desconocer la compatibilidad entre alimentos con respecto a una correcta digestión y asimilación de los nutrientes.

- Comer según nuestros antojos y no cuando hay necesidad, o sea cuando aparece el estimulo del apetito, que es una necesidad natural del organismo animal.

- Beber líquidos justo antes de las comidas; nunca deberíamos beber líquidos almeno una hora antes de comer.