Los
beneficios del ayuno son realmente terapéuticos
Tras
practicar un ayuno, aún de solamente un día tomando agua, los beneficios son
tangibles. Claramente un ayuno de un solo día puede proporcionar mejoras
limitadas a lo que cada organismo sea capaz y pueda ejecutar, eso depende del
estado de salud de la persona, que a su vez puede depender de muchos factores…,
pero principalmente de la acumulación de toxinas que el organismo tiene
almacenadas; por lo tanto cuanto antes una persona emprenda, familiarice y se
acostumbre a practicar “descansos digestivos”, favorecerá la eliminación de
toxinas por parte de su organismo, pues gozará de más vitalidad, energía,
longevidad y salud.
Ahora bien, una cosa tengo que dejar claro: si una persona toma
medicamentos alopáticos para tratar cualquier tipo de patología, yo no lo
recomiendo, ni lo sugiero…. Ya que de ser así, en todo caso tendría que
suspender el tratamiento durante el ayuno, y esto podría suponer hasta graves
consecuencias, dependiendo de la patología.
En caso de tomar medicamentos, tanto alopáticos como naturales, u
homeopáticos, es en todo caso imprescindible que la persona consulte el médico
con quien está en tratamiento, “antes” de emprender cualquier ayuno.
En caso de
tomar medicamentos alopáticos el ayuno no es aconsejable por varias razones,
entre ellas y sobre todo porque ayunar significa entregarse al poder sanador
del “organismo”, en cuanto a “sistema biológico autónomo” capaz de auto
regenerarse, de auto sanar por sí sólo… Si una persona padece de una enfermedad
y está con un tratamiento, quiere decir que su sistema inmunitario no ha podido
hacer frente al problema por sí solo. Esto es algo que puede pasar a toda
persona, incluso a personas que normalmente cuidan de su alimentación.
Desde la
mira de la Naturopatía, por lo general, tratamos de ayudar al organismo con
remedios naturales que ayuden el sistema inmunitario a reaccionar, a superar el
problema.
La
acumulación de toxinas en el organismo es una causa primaria del deterioro de
su estado de “salud”, porque este factor influye también en el sistema
inmunitario, debilitándole. Por esta razón quiero destacar que el ayuno es algo
que todos tendríamos que practicar periódicamente, aprovechar para descansar,
preservar nuestra propia salud fortaleciendo el sistema inmunitario, y por
tanto como medida preventiva hacia cualquier malestar o enfermedad.
Cuando una
persona deposita toda su confianza en un remedio externo, del cual va a
depender su eventual sanación, lo ideal sería que supiera la diferencia entre
un tratamiento natural, enfocado a que su sistema inmunitario reaccione para que
su organismo supere el problema, y un tratamiento alopático que actúa en contra
del síntoma, pero sin resolver la causa del problema; es un tema que hay que meditar en profundidad, o sea reflexionar sobre ello poco a poco, para entenderlo de verdad.
Es normal y
pertinente que cuando aparecen síntomas anormales, dolencias, trastornos,
malestar etc., nos dirijamos a nuestro medico para saber qué nos está pasando. Pero
hay que diferenciar entre tomar consciencia del propio estado de salud implicándose
con uno mismo, y el delegar la propia responsabilidad a otros (en este caso el
Médico) sin hacerse cargo del propio problema. El meollo de la cuestión es que
si una persona padece de algo, no puede pensar que alguien tenga que
arreglárselo, porque el problema es suyo, se ha originado por alguna razón de
la que únicamente ella es realmente la responsable.
Ahora bien,
la “medicina tradicional occidental moderna”, en lugar de ocuparse de ir a las
raíces, o sea de identificar las causas reales de los problemas de salud, trata
directamente el síntoma con medicinas que tienen siempre alguna
contra-indicación, ya que están fabricadas para eso, no son tratamientos que
resuelven los problemas saneándolos, sino aliviando o suprimiendo el síntoma. De
no ser así, la sanidad pública tendría que desarrollar infraestructuras enormes
y, tal como está el estado de salud general de la humanidad hoy día,
necesitaría ejércitos de médicos y personal sanitario. La responsabilidad de
cuidar de la salud propia, en definitiva, es algo que le corresponde a cada individuo.
Así como
está estructurada nuestra sociedad, en la que impera la economía, nadie tiene
tiempo, y por lo tanto ni puede cuidarse. Desde el sistema educativo de
nuestras escuelas tampoco se prioriza la enseñanza del cuidado personal a
través de una cultura higienista, de una alimentación saludable, de cómo
cultivar valores elevados y altruistas en uno mismo, valores espirituales universales
en lugar que religiosos. Todas las causas de nuestras enfermedades y problemas son
el resultado de un sistema global muy mediocre donde imperan los intereses,
donde no hay verdadero amor.
La Sanidad
pública no podría ser distinta de lo que es actualmente mientras no cambie
dicho sistema que lo engloba absolutamente todo, porque la mayoría de las
personas enferman por la su propio estilo de vida
antinatural, insostenible, y por lo menos a través de diagnósticos, tratamientos alopáticos y cirugía, consigue
mantener vivas a muchísimas personas que normalmente fallecerían, o que en todo caso sufrirían muchísimo antes de...
Pero este
no es el camino para sanar de verdad. La homeopatía, por ejemplo, sí está
concebida para resolver la patología desde su origen, o sea tratando la raíz,
la causa del problema. El objetivo es sanar, extirpar el problema; si tengo una
infección dental por ejemplo, es porque tengo algún diente con caries o roto
que se ha infectado, y por esto necesito tomar antibióticos. Si hubiera acudido
al dentista antes de que el diente se infectara, tras advertir los primeros
síntomas, quizás el dentista hubiera podido curar, salvar la pieza. Pero en
dicho caso la solución es extirpar la pieza que se ha infectado. El antibiótico
es un paliativo provisional, como bien sabemos.
Un
organismo sano tiene su sistema inmunitario eficiente capaz de hacer frente a
cualquier problema. Cuando hay una patología, dicho requisito ya es de por sí
precario, deficiente u ausente, porque la patología o trastorno del que la
persona padece tiene que ser tratado con medicamentos, naturales o químicos. Esto
es algo normal que a toda persona le pasa. El caso es que la gran mayoría de
personas, que básicamente no confían en sí mismas, es decir en la inteligencia
creativa y sanadora de nuestra naturaleza, no son conscientes de esto, y por
esta razón eligen la solución más fácil, eligen “lo barato”, para entendernos….
¡Pero lo barato muy a menudo sale caro!
Cada vez
más personas están despertando de la triste realidad de nuestro mundo, que
todos nosotros hemos creado y hemos permitido que llegase a ser, hasta hoy día,
tal y como es. Todos sufrimos alguna forma de enfermedad o patología, a nivel
físico, emocional y/o mental.
En dicho caso,
el “camino alternativo” posible, está siempre vinculado a la decisión y al criterio
del profesional que está tratando al paciente que quiera emprender un camino de
curación integral. Claramente y venturosamente hay diferentes ramas de Medicina
Holísticas, que ofrecen alternativas a la tradicional, adictiva y muy limitada
medicina alopática, esa de “me duele un dedo, me tomo un anti-dolorifico…”, que
lamentablemente es la que tiene más seguidores-consumidores.
La
humanidad está muy perdida por lo general, pero quiero seguir apostando por el
“despertar”, de lo contrario ni compartiría eso que está leyendo. La Naturaleza
es sabia; nuestra Naturaleza es Divina, ilimitada, totalmente poderosa. Pero
hay que creerlo. Y para creerlo hay que experimentarlo, o sea empezar a
confiar.
Gracias a
la Medicina podemos tener los diagnósticos, para tomar consciencia de nuestro
estado de salud real. La Naturaleza tiene toda clase de remedios, y por eso hay
muchos profesionales de Medicina Alternativa capaces de restablecer el estado
de salud de sus pacientes, siempre que esos últimos confíen en dichos
profesionales, a través de tratamientos naturales que apuntan a sanar las
verdaderas causas, el desarreglo orgánico, emocional o mental de cualquier patología.
Pues el
Ayuno es el método Universal de Prevención y Auto Sanación al alcance de todos.
No obstante es recomendable documentarse bien sobre el tema antes, a través de alguien
experto, especializado en el ayuno, y para quienes decidan emprenderlo, cuidar
especialmente una dieta previa adecuada, así como cuidar la interrupción del
ayuno introduciendo en el organismo vegetales ecológicos crudos, primeramente solo
líquidos, luego sólidos, antes de volver a introducir cereales integrales, y
por último introducir alimentos fuente de proteínas.
En
definitiva, gozar de un buen estado de salud depende en gran parte de la
calidad de nuestra alimentación; una dieta alcalina equilibrada, o sea basada
en alimentos de origen vegetal integrales de temporada, al ser posible de
cultivo ecológico, bien combinados en cada comida, que incluya alimentos crudos
cada día, es el primer paso para asegurarnos una vida saludable.