El
principal problema para llevar una alimentación saludable, hoy día, para la
mayoría de personas y familias, consiste en que en las últimas décadas hemos
modificado nuestros hábitos siguiendo las sugerencias estridentes de los medios
de comunicación, televisión, informativos, de la publicidad. Nos han persuadido
a introducir en nuestro organismo alimentos cada vez menos naturales y
refinados…
Lamentablemente una vez acostumbrados a los sabores sofisticados de
productos listos para el consumo, que no requieren nada más que ser calentados
al microondas, o de ser consumidos directamente tras abrir el envoltorio, se
adquieren dichos hábitos, nos acostumbramos a ellos, y desaprendemos toda una
serie de costumbres culinarias enfocadas a consumir alimentos de temporada, más
bien de proximidad en lugar que exóticos, relacionadas con el entorno en el que
vivimos, que están directamente relacionadas con el apetito, que es un estimulo
natural del organismo animal-humano.
Por esta razón
se van omitiendo y perdiendo también ciertas buenas prácticas que hemos aprendido
o heredado para procesar los alimentos con
el fin de que no pierdan sus propiedades, o enfocadas incluso a potenciar sus
virtudes, como es el caso de germinados, ciertos productos fermentados,
deshidratados, etc.
Cuanto más
procesos a nivel industrial tengan los alimentos que ingerimos, tanto más despistamos
y disipamos la misma inteligencia de nuestros organismos, que ya no son
capaces de reconocer dichos “alimentos”; también nos alejamos del correcto y
saludable apetito… y en cambio lo sustituimos con toda una serie de antojos,
engendrados también por ciertos aditivos y conservantes, que para nuestra salud
son considerablemente dañinos, por lo que la gran mayoría de estas prácticas
saludables, de preparar nuestros alimentos con consciencia, van desaprendiendo,
son descartadas, ya no encontramos tiempo para dedicarlo a la cocina de cada
día. Eso es debido también al hecho de que muchos vivimos alejados de la tierra,
en aglomerados urbanos, por depender cada vez más de las grandes superficies
para hacer nuestras provisiones..
También por
estas razones nos alejamos progresivamente de los avances que se lograron a lo largo de las
últimas décadas, de los últimos siglos, de culturas logradas a través de
generaciones, y en lugar de evolucionar hacia una alimentación más saludable,
gracias a la gran disponibilidad de alimentos de la que disponemos hoy día, en muchos
casos buscamos suplementos dieteticos.
En el punto
crítico donde nos encontramos, para volver a valorar los sabores auténticos de
los productos naturales y disfrutar de ellos, personalmente conozco una sola
manera…. Consiste en hacer dietas depurativas durante varios días, periódicamente
(consultad en “Recetas” la de <<Caldo
Depurativo>>, esa
receta, muy efectiva y relativamente fácil, podría ser interesante hasta para
personas reticentes), básicamente a base de frutas y hortalizas crudas de
temporada, cultivadas de manera natural, es decir ecológicas. No estaría de más
incluso ayunar un fin de semana cada temporada, o dos veces cada año,
preferentemente en primavera y en otoño, para que además de depurar maravillosamente
nuestro organismo, nuestras papilas gustativas vuelvan a recobrar su
sensibilidad natural, y siguiendo las correctas indicaciones que muchos ya han
experimentado, pueda lograrse inclusive cierta paz y salud mental…
Vivimos en
un mundo muy contaminado, donde hasta comiendo sanamente, es decir alimentándonos
a base de productos vegetales de temporada y ecológicos, así como manteniendo
cierta paz interior, (eso es otro punto clave, ya que realmente si el ser
humano no es capaz de mantener su paz interior, eso también genera muchas
“toxinas”) es imprescindible ayudar nuestro organismo a eliminar esas toxinas,
a depurar la sangre, a depurar el agua del sistema linfático y de nuestras células,
ya que nuestro cuerpo está constituido básicamente por el agua. Las dietas
depurativas a base de caldo depurativo, vegetales de temporada crudos, y el
ayuno (para ayunar es imprescindible absoluto reposo) tomando solamente agua, son
el medio más directo y eficaz para descansar, depurar el organismo,
rejuvenecer, fortalecer el sistema inmunitario, adquirir paz interior y salud.