viernes, 13 de julio de 2012


¿Cómo influye lo que comemos sobre nuestro estado físico, el campo mental y emocional? ¿Y cómo influyen pensamientos y emociones sobre nuestra alimentación, digestión y asimilación de los alimentos?

Somos lo que comemos y cómo comemos, pero también lo que pensamos, y por supuesto somos también nuestras creencias, sentimientos y emociones. 
Tenemos la clave para que aprendas una autentica y práctica cocina saludable, con la que además de disfrutar de una interminable gama de exquisitos sabores, tengas buena digestión y fácil asimilación de los nutrientes;  El ciclo básico de formación que propongo, teórico y práctico, consiste en 3 módulos por un total de aproximadamente 30 horas. 

Aprendiendo las bases de una cocina más natural y practicando a diario, abrimos otro camino para conocernos más a fondo, desde el plano físico, al campo mental, emocional y energético. La misma naturaleza de los alimentos vivos de temporada que comemos, que alimentan nuestro cuerpo físico, nos dejan su experiencia de vida como herencia, por esto es importante tener consciencia de su ciclo vital, agradeciéndolos.  A través del equilibrio Yin-Yang de las distintas categorías de alimentos, de sus efectos inmediatos y pos digestivos, podemos encontrar más fácilmente un estado de salud estable, en todas las áreas de nuestra vida. 
Estamos viendo cada vez con más claridad que, para nuestra evolución como seres humanos, un cambio de paradigma es necesario; la alimentación es un factor determinante que, dependiendo de la importancia que tenga para cada individuo, influye en su realidad, influye directamente sobre todos esos campos que abarcan la Salud Integral. 

Toda persona sabe de la necesidad de tener buena salud, a todos los niveles (sin ella la vida es muy triste y todo se hace cuesta arriba), pero muy pocas personas son conscientes de eso, y de que si no cuidamos de nuestra Madre Tierra... no hay ningún futuro posible para nadie....

Pues consumiendo alimentos ecológicos, a granel, frescos, de producción local y mejor calidad (no transgénicos, obtenidos sin agro-químicos etc...), no desperdiciando (es imprescindible reducir a lo mínimo el derroche de transportes, recursos y embalajes, de materias primas, de sustancias contaminantes y productos de desecho que genera la explotación agro alimentaria mundial), aportamos nuestro granito de arena a favor de un mundo más limpio, sin explotación, de un comercio más justo, de una economía realmente enfocada al "bien común"..., para eso es imprescindible potenciar la economía y el mercado local, de proximidad. 

Por todas estas razones, elegir comer mejor, además de beneficiarnos directamente, es una decisión inteligente,  económicamente sostenible y supuesta mente acertada, en éste momento de renovación a nivel global.

Esta propuesta ha sido elaborada a partir de los antiguos conocimientos y sabidurías humana en materia, enriquecida por los avances en nutrición y dietética actuales, validada por más de 20 años de experimentación directa.